sábado, 27 de octubre de 2012

ALIMENTOS CURADOS, AHUMADOS, HORNEADOS Y FRITOS

LIMITAR EL CONSUMO DE ALIMENTOS CURADOS, AHUMADOS, HORNEADOS Y FRITOS
Existen muchos carcinógenos naturales en los alimentos y también precursores de ellos, como el nitrito de sodio.
En el curado y ahumado de las carnes se emplean esas sustancias que, en el sistema digestivo, al actuar con las aminas derivadas de las proteínas, forman compuestos con elevado nivel carcinogénico.
Los métodos de cocción que emplean temperaturas superiores a 200ºC (freidura) producen compuestos mutagénicos de elevado poder que, a largo plazo, pueden determinar la aparición de procesos tumorales gastrointestinales. Dichos compuestos aumentan su concentración en la medida en que las grasas se recalientan. 
Indicadores prácticos para no volver a utilizar la grasa son el aumento de la viscosidad y la aparición de espuma. Una forma de disminuir la concentración de esos compuestos es la adición de grasa fresca a la recalentada.

De forma general, se recomienda limitar el consumo de alimentos curados, ahumados, horneados y fritos, a no más de dos veces por semana.  

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